jueves, 20 de noviembre de 2014

Que desde que te fuiste tengo demasiada ropa cosida al cuerpo.
Demasiadas sonrisas mueren arrolladas por estas lágrimas amargas.
Demasiados gritos se ahogan en esta boca helada sin el calor de tus besos.
Que tengo tan pocas cosas que perder que me he perdido a mí misma.
Que el mundo me derribó, porque ya no tenía cuello en el que esconderme.

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