Momentos.

En días como éste te das cuenta de que la vida está hecha de pequeños momentos que lo marcan todo. Milésimas de segundo que pueden poner tu vida patas arriba y romperte todos los esquemas.
Una milésima de segundo tan fugaz como esa en la que decidiste hablarme, hace ocho meses, para sacarme una sonrisa.
Ese segundo en el que decidiste que no ibas a ser la típica persona que dijera solo "hola" sino una persona original que me iba a decir "agresiva" con muchas a's al final.
O ese otro en el que decidiste que te ibas a arriesgar e ibas a ser el primero en decir te quiero.
Bendito el segundo en el que el universo decidió que ibas a repetir curso y a hacer letras conmigo.
Y oh dios bendito el día en que decidí que no me volvía a casa sin darte un beso.
Porque la vida va de segundos y tú estás en todos ellos.