miércoles, 13 de febrero de 2013
"El matrimonio malabarista"
He tenido un par de sueños en los que acababa en un decampado lleno de carretas de circo abandonadas, si, me encanta el circo, lo extraño es que yo soñaba con malabaristas cuando mi elemento favorito son los payasos.
El caso es que en el primer sueño simplemente aparecía en el decampado mirando a todos lados, fijándome en el polvo acumulado tras años y años de abandono.
Sin embargo en el segundo sueño aparecía en la calle Oviedo, arriba de todo, casi en la plaza de toros, y de repente le veía, sí, ahí estaba él. Le veía seguir andando por la calle de detrás de la plaza de toros y le seguía corriendo, de repente estábamos en ese mismo descampado con las mismas carretas abandonadas. Me quedaba parada delante de una de ellas, verde con letras moradas. Pasaba la mano y quitaba el polvo. "El matrimonio malabarista." Entonces él se daba la vuelta y me miraba desconcertado. "¿Quién eres? ¿Bell?" (No me preguntéis que pinta Campanilla en todo esto) "¿Te acuerdas?" Decía yo, pasando la mano por el nombre escrito en la carreta. "Sólo del final" Entonces me ponía en posición, piernas semiabierta, brazos arriba haciendo un arco, cabeza de perfil. Él se coloca detrás de mí, me rodea con los brazos y me besa. Mientras todo esto sucedía misteriosamente volvíamos a estar en una carpa de circo, rodeados de luces y con el público aplaudiendo eufórico.
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