Ella va con sus amigas, él, solo.
Ella articula "Hola" con los labios, él la imita.
Llevan meses sin verse.
En un solo segundo todo pasa muy rápido, él articula "Te quiero" con los labios a la vez que ella.
Un pensamiento mutuo.
Por la cara de ella resbala una lágrima.
En la cara de él se dibuja una mueca de enfado por no poder quedarse a su lado.
Mientras todo esto sucedía, ellos seguían andando, seguían su camino.

Él se prepara para hacerlo, aunque jamás ha estado tan enfadado.
Deben guaradar las apariencias.
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No puedes encerrarte y llorar. Tienes que seguir adelante con la mejor cara posible, porque si alguien que salió de tu camino debe estar en él, volverá a aparecer. Y si nunca debió salir aparecerá una y otra vez, hasta que te des cuenta de que es la persona definitiva.
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